Cómo es vivir con ansiedad y por qué debes acudir a un psicólogo
¿Quién no se ha sentido ansioso alguna vez? El ritmo agitado del mundo y las obligaciones diarias favorecen el surgimiento de esta emoción que, si bien no es mala por sí misma, puede llegar a resultar muy incapacitante y limitadora.
Si llegas a este punto, puedes recurrir a la ayuda de un psicólogo; aunque el objetivo debería ser no llegar a estar tan mal.
¿Cómo es vivir con ansiedad?
De manera general, algunos de los síntomas que nos ayudan a identificar que podemos estar sufriendo ansiedad son: taquicardias, insomnio, falta de aire, temblores, náuseas y mareos, dificultad para tragar, sensación de ahogo, opresión en el pecho, dolores de cabeza, etc. Aunque en realidad, existen varias maneras de experimentar la ansiedad, y cada una puede acabar derivando en diferentes tipos de problemas. Estos son los principales:
– En ocasiones, puedes llegar a experimentar un miedo constante o preocupaciones recurrentes sobre diversos temas como, por ejemplo, tu situación laboral o económica, tu estado de salud, etc. El problema es que dichos sentimientos pueden acabar entrando en conflicto directo con tus tareas diarias. ¿Es este tu caso?
– Un nivel un poco más profundo y complejo sucede cuando sufres ataques de ansiedad intensos, repentinos o, aparentemente, sin justificación. En estos casos se puede producir, además, anticipación, sufriendo un sentimiento de auténtico pavor tan solo de pensar en que pueda llegar a producirse otro ataque. Esto es un círculo vicioso que te hará sentir más y más ansioso todavía.
– Relacionados con los miedos, pueden aparecer fobias que se desencadenan frente a determinadas situaciones, objetos o estímulos. Solemos hablar de fobias si, por ejemplo, te sientes ansioso a la hora de volar en avión, evitas cruzarte con determinados animales o te da miedo estar en espacios pequeños. Una de las fobias que más consecuencias tiene sobre la vida diaria es la fobia social, que puede producir un intenso malestar, por ejemplo, desde miedo a hablar en público o conocer gente nueva hasta expresar tu opinión en tu círculo de amigos.
– Si te lavas las manos compulsivamente por miedo a los gérmenes, verificas incontables veces una misma cosa, tienes pensamientos constantes que sientes que no controlas o ideas que con contenido altamente desagradable que no te dejan vivir, es probable que sufras algún tipo de problema ansioso.
– Si has tenido que enfrentarte con una experiencia muy traumática, como puede ser, por ejemplo, un accidente o un delito, es posible que regreses una y otra vez a aquellos momentos. El hecho de revivirlo constantemente puede causarte mucha ansiedad.
La importancia de acudir a terapia psicológica antes de que sea demasiado tarde
Todas las experiencias anteriores tienen un punto en común: que sentimos que se encuentran fuera de nuestro control y aunque la lectura de todo esto pueda hacerte sentir desanimado, pedir la ayuda de un psicólogo profesional a tiempo, ayudará a que todos estos problemas no vayan a más y te ayudará a aprender a afrontarlos para que desaparezcan del todo en tu vida. No te preocupes, con el trabajo de ambas partes podrás superarlo.