¿LLegó el final del Efecto Flynn?

Salió publicado el año pasado un curioso libro que lleva por nombre el elocuente título de La fábrica de los cretinos digitales por Michel Desmurget. El libro se convirtió casi de manera inevitable en un bestseller en Francia de manera automática. Entre otras cosas, por lo que se ha hecho más famoso el presente libro ha sido por la afirmación del autor de que esta generación actual, la de los “nativos digitales”, será la primera generación que no cumpla con el conocido y demostrado Efecto Flynn; un efecto descubierto a mediados del siglo XX por el cual los hijos siempre aumentan en un par o tres de puntos de CI su inteligencia con respecto a la de los padres. Es decir, el libro afirma que los actuales niños serán “más tontos” que sus padres. Aunque el libro contiene muchas afirmaciones sesgadas, con lo que sería prematuro afirmar que todo lo que cuenta en el mismo sea totalmente cierto, es cierto que lanza y demuestra una serie de ideas que son cuanto menos inquietantes y a las que habría que prestar cierta atención.

Lo que ha sucedido con este libro es lo que suele suceder con muchos de los bestsellers que se publican, que partiendo de ciertas premisas verdaderas las aumentan para crear mayor impacto y así vender más; una pena en mi opinión, ya que el libro más que como estudio sociológico, demuestra lo mejor de si como ensayo. En verdad el libro hace hincapié y busca más la reflexión de padres y profesionales sobre el uso de la tecnología y el impacto en los jóvenes actuales que otra cosa. Ofrece datos completamente objetivos que tristemente todos hemos visto muchas veces: echa números sobre la cantidad de horas que pasan los niños delante de las pantallas, o la manera en que se han ido eliminando ciertas dificultades para que los niños tengan la información más rápido y trabajen menos; especialmente significativo es el ejemplo de los libros de Los Cinco.

Aunque del libro y de las entrevistas siguientes se deduce que Michel es bastante contrario a todo lo que tiene que ver con la tecnología, desde Crecimiento Psicológico hacemos una lectura un tanto diferente. El uso de la tecnología como casi cualquier otra cosa creada por nosotros, no tiene por si mismo una carga positiva o negativa, las cosas no suelen ser buenas o malas porque si. Durante esta pandemia, por ejemplo, hemos visto como la tecnología nos ha ayudado inmensamente: ha hecho que parejas o familias enteras pudieran seguir viéndose y apoyándose a pesar de la distancia, o como los profesionales hemos podido seguir trabajando y ayudando a las personas sin necesidad de salir de casa. Todo eso ha sido un uso muy correcto y necesario de la tecnología actual.

Por el contrario, hemos visto también como se ha hecho un gran uso negativo de la tecnología actual: desde bulos corriendo por internet, hasta lo que nos interesa en este post, niños (y no tan niños) pasando demasiado tiempo delante de las pantallas. Antes de seguir me gustaría señalar que nosotros no creemos que la culpa sea de los padres, muchas veces ellos mismos se veían desbordados por las situaciones que estábamos viviendo y recurrían a la solución más simple y rápida. Por eso mismo creemos que es más necesario que nunca el control y enseñanzas para un correcto uso de las nuevas tecnologías. ¿Si no se crean unos buenos hábitos desde el origen, como va a ser posible que podamos transmitirlos a nuestros hijos? y sobre todo, si nosotros mismos no somos capaces de crear esos hábitos y modelos ¿cómo vamos a pedir que los sigan otros?.

Durante la pandemia leí, seguramente como todo el mundo, varios post del tipo: 20 cosas que puedes hacer ahora que tienes tiempo o Como matar el rato para no matar a las personas con las que vives; encontré más de 10 de estos post, de sitios absolutamente responsables y serios (no diré nombres para no sacar los colores), en donde no se hacía ningún tipo de mención a la lectura: desde ver buenas series antiguas a hacerte algún curso online, pasando por jugar a juegos o hacer de Youtuber, y no se les había ocurrido dedicar una sola línea sobre la idea de apagar el móvil o la televisión y leer un libro cualquiera, o sobre desconectar y disfrutar; sí, uso la palabra disfrutar aunque pudiera parecer imposible en esos momentos, de estar un poco con nosotros mismos y las personas que tenemos más cercanas.

No tengo una mentalidad especialmente antigua en donde prevalece la creencia de que un buen libro lo va a solucionar todo, o que sentarse a escuchar las batallitas de alguien nos enriquecerá muchísimo; de hecho, este pasado Black Friday compré varios juegos de ordenador con los que espero pasar muy buenas horas, y soy subscriptor de una conocida plataforma de streaming, pero sinceramente, si que sería necesario poner en valor cosas que nos han acompañado durante siglos y que sabemos el bien que han hecho. La información automática y el acceso a la tecnología deberían ser siempre un derecho para todo el mundo, pero también deberíamos ser lo suficientemente sinceros y responsables con nosotros mismos sobre la necesidad del (ab)uso que hacemos actualmente con la tecnología, para darnos cuenta de lo importante que es educar ese derecho y saber transmitírselo a nuestras futuras generaciones.

Author Crecimiento Psicologico

More posts by Crecimiento Psicologico

Leave a Reply