Es innegable que con el covid-19, ha habido muchas cosas que han cambiado y que puede que sigan cambiando. Una parte de ellas, por desgracia, no han sido a mejor; desde el impacto económico a nivel nacional, hasta nuestro propio día a día: ERTEs, despidos, etc. ¿Y en nuestra vida personal? Puede que seas una de esas personas en las que el covid-19 ha tenido también un impacto muy grande; tanto en si mismo, como en su pareja. Si es así, sería interesante ver que se puede hacer a continuación para solucionarlo, ¿no?
Creo que la cuarentena me ha pasado factura
Lo primero será identificar donde está el problema. Este confinamiento, de manera general, ha sido algo duro para todos. Esto es importante que lo tengas en cuenta, porque si no se desvirtuarán la necesidades que uno tiene y lo que le puede ayudar a salir de donde se encuentra. Nosotros no creemos que todo el mundo necesite ir al psicólogo, es decir, que si has pasado un mal confinamiento o te has sentido desbordado, pero ahora, desde que podemos salir y hemos retomado algunas de nuestras antiguas rutinas, notas que tu estado de animo ha mejorado, tus emociones son mas estables y que es mas llevadero para ti, puede que seas de esas personas que les ha costado pedir ayuda cuando la necesitaban, y seguramente en esos momentos necesitabas terapia, pero por miedo a la terapia online o a comenzar simplemente te hayas aguantado. Si en cambio, a día de hoy, sigues con los problemas surgidos durante la cuarentena o te está costando llevar más de lo normal la “nueva normalidad” bien sea por miedo, ansiedad, dificultad para adaptarte a la incertidumbre surgida, etc., entonces deberías plantearte buscar la ayuda de un profesional para que no vaya a más la problemática que te esté afectando.
Tengo claro que la cuarentena me ha pasado factura, pero ahora no se bien evaluar si estoy para terapia individual o de pareja
Lo primero que debes plantearte es si los problemas los has pasado solo a nivel de pareja o también a nivel personal. Muchas veces somos nosotros mismos los afectados por los problemas, y el daño a nuestra pareja es más un efecto secundario o colateral; importante, pero secundario al fin y al cabo. En estos casos, debemos entonar el mea culpa y asumir que necesitamos ayuda de un profesional que nos ayude con estos momentos tan duros, pero solo nosotros, no la pareja.
A él/ella le ocurre lo mismo.
Muchas veces cuando nosotros estamos mal se nos hace complicado empatizar y darnos cuenta de que la situación no sólo ha sido tensa para nosotros, si no también para los demás. ¿puede ser que todo este problema no haya sido sino el reflejo de lo que le ocurría a mi pareja? Es decir, ¿puede que estos “descuidos”, y estos “todos estamos mal” si que signifiquen que mi pareja y yo no estábamos tan bien como creíamos? Esa pregunta si que es interesante y sólo vosotros podéis contestarla, pero debes pensar que si hemos discutido más de lo normal y ambos hemos estado ariscos y poco empáticos, deberíamos pensar en hacernos una revisión a nivel de pareja, puede ser un buen momento para hacer unas cuantas sesiones de pareja y poder trabajar nuestros problemas con una persona imparcial que nos ayude a solucionarlos.
Esperamos haber solucionado un poco las dudas que muchos de nuestros pacientes nos trasladan y que hemos identificado en la población en general: ¿tengo que ir al psicólogo tras estos meses de confinamiento?, ¿el resto lo han pasado tan mal?, ¿mi pareja y yo podemos volver a convivir y disfrutar? ¿es normal tener miedo a contagiarme?. Si alguna de estas cuestiones viene a tu cabeza de forma repetida una y otra vez, quizás sería un buen momento de contactar con un profesional que te ayude a orientar la nueva situación en la que nos encontramos y estos meses de incertidumbre que se nos plantean.